domingo, 25 de enero de 2015

Modelos de inclusión social e inmigración



Sabido es que el tema inmigratorio en el Perú del siglo XIX implicaba una fuerte carga racial, dado que en todos los documentos oficiales se aboga por una inmigración "blanca y europea", con ciertas excepciones como los proyectos de inmigración africana (o de esclavos del Chocó en Colombia) por parte de Antolín Rodulfo, o los proyectos de inmigración china sustentados por Juan Rodríguez y Domingo Elías, ambos proyectos con tintes esclavistas.

También es verdad que, dada la extensión del territorio peruano y la relativa escasa población, abogar por una inmigración de gente cualificada en diversas artes y oficios escasos o inexistentes en Perú, con ganas de superación y deseo firme de prosperar, nada tiene de malo en sí. El problema se suscita cuando prevalece la procura de dicha inmigración en detrimento de la educación y el desarrollo del elemento nacional, en este caso las grandes mayorías de origen andino y amazónico del país, compatriotas nuestros y con los mismos derechos que la población costera y de la Lima de entonces.

Así, aunque el principal tenor de las políticas inmigratorias en el siglo XIX tenían un trasfondo racista, eso no fue impedimento para que diversas voces se alzaran en contra de ello, como la opición ya reseñada de Basadre en "El canal de Uchusuma", en el cual se aboga no sólo por la inmigración extranjera, sino por la inclusión social de los compatriotas andinos y amazónicos. Este fin de semana pude revisar la "Monografía del Departamento de La Liberta. Apuntes inéditos de su geografía en el Perú" (1899) por Carlos B. Cisneros y Rómulo E. García. En dicha obra, además de los apuntes estadísticos y geográficos del departamento liberteño, quisiera mencionar un párrafo sumamente ilustrador de la manera de pensar de ciertos eminentes intelectuales peruanos de la época:

"En pocos departamentos como en el de La Libertad se halla tan desarrollada esta importante fuente de riqueza (agricultura), la que sin embargo no ha alcanzado el incremento a que está llamada, a pesar de los muchos dones con que la naturaleza ha favorecido su fértil suelo...  dos inconvenientes paralizan o detienen aparentemente un desarrollo mayor: la falta de brazos y la escasez de aguas. Cuando a lo primero creemos que hay un medio fácil de conseguirlos, cuál es el de hacer partícipes a los braceros de las utilidades que se obtengan en una proporción convenida de antemano, para lo cual los indígenas se prestan de una manera admirable, tanto por sus condiciones especiales como porque así se apartarían de ese deseo innato de trabajar cierto tiempo para regresar después a su pueblo y explotar con sus economías las pequeñas chacaritas que poseen.

Este medio, que allá por el año 1876 lo llevó a cabo un hacendado de Ñepén con profícuos resultados, debería imitarse, pues aparte de las utilidades que obtendrían, se consiguría el de ir civilizando poco a poco a la raza indígena, que no parece sino se que hallara sujeta a una condición distinta a la de los demas seres humanos, debido exclusivamente a nuestra desatenencia por una raza tan llena de magnñificas cualidades desconocidas casi por la generalidad..."

Como vemos, en este documento dos prominentes figuras políticas de entonces no señalan como principal medio de progreso de la agricultura a la inmigración, sino a la participación de nuestros compatriotas con un margen de utilidades del cual se beneficien, no sólo como meros peones con un sueldo mínimo (o nulo), además de negar la famosa "indolencia del indio" sino todo lo contrario.

Visionarios sin duda, lástima que sus opiniones se hayan ahogado en el olvido y no haya prosperado en su época... e inclusive en la actual, más de un siglo después.

Cordialmente,
Eduardo Salazar

martes, 13 de enero de 2015

El Imperio Austro-Húngaro en Pasco





Cerro de Pasco, importante ciudad que nació en el borde mismo de los asentamientos mineros más importantes del país, por encima de 4000 metros sobre el nivel del mar; durante el siglo XIX muchos inmigrantes europeos cruzaron sus calles y pasaron por allí buscando nuevos rumbos. Los hubo como aquellos mineros alemanes traídos por los Pflucker para el asiento mineral de Morococha, y que se fueron en medio de grandes altercados legales entre los Pflucker y los PFeiffer, acusaciones de explotación por parte de los contratantes y de molicie y crimen por parte de los operarios. También hubieron aquellos como el padre Überlinger y su grupo de tiroleses y prusianos que se desencantaron de la empresa colonizadora rumbo al Pozuzo tras dos años de duras privaciones y práctico abandono por el estado, quienes hicieron sus maletas y emprendieron el camino de regreso a Lima, Valparaiso e inclusive Alemania. Sin embargo, una comunidad menos conocida que las anteriores también se asentó en esta ciudad, y dejaron su particular impronta a quien un apreciado bloguero le dedica sus posts en la bitácora "Pueblo Mártir".

A continuación, transcribo íntegramente un interesante post publicado en el blog "Pueblo Mártir" sobre la inmigración de un numerosos colectivo austrohúngaro a mediados del siglo XIX, comerciantes, mineros, empresarios varios que trajeron además de sus artes y ciencias, sus costumbres sociales y su religión, con su patrona la "Virgen del Tránsito". 

Después de su lectura, apreciamos como se menciona la numerosa comunidad austrohúngara asentada en Cerro de Pasco y sus principales ocupaciones comerciales, un testimonio difícil de encontrar en un post de calidad histórica rigurosa como lo es "Pueblo Mártir". 
Saludos cordiales,
Eduardo Salazar.


"El Imperio Austrohúngaro (Österreichisch-Ungarische Monarchie en alemán, Osztrák–Magyar Monarchia en húngaro), fue un estado europeo nacido en 1867, tras el compromiso austro húngaro que reconocía al Reino de Hungría como una entidad autónoma dentro del Imperio Austriaco; a partir de ese momento, Austrohúngaro. Actualmente lo que fue el Imperio Austrohúngaro se divide en trece estados europeos: las naciones de Austria, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Bosnia Herzegovina y las regiones de Voivodina en Serbia, Bocas de Kotor en Montenegro, Trentino – Alto y Trieste en Italia, Transilvania y parte del Bánato en Rumanía, Galicia en Polonia y Rutenia (región Subcarpática en Ucrania).El 16 de Octubre de 1,88l, un numeroso grupo hombres y mujeres venidos de los estados mencionados, reunidos en el Imperio Austro – Húngaro radicados desde mediados del Siglo XIX (1867) en el Cerro de Pasco, fundaron la primera SOCIEDAD AUSTRO-HÚNGARA DE BENEFICENCIA. Posteriormente SOCIEDAD SLAVA DE BENEFICENCIA y, en 1,919, SOCIEDAD YUGOSLAVA DE BENEFICENCIA, hasta 1,954 en que fue liquidada por falta de socios. La totalidad se había marchado, sólo quedaban algunos descendientes.
La razón que los llevó a formar su Beneficencia fue la de mantener vivos usos y costumbres de su tierra natal, socorrerse mutuamente ante cualquier eventualidad desgraciada que pudiera presentarse, falta de empleo, accidentes de trabajo, fallecimiento, etc. Para ello contarían con una sede social para reunirse. Entre los que establecieron la sociedad estuvieron:FUNDADORES.- Lucas Pehovaz, Marcos Moretti, Lucas Moretti, Pedro Pauletich, Tomás Pehovaz, Jorge Kisich, Juan Ciurlizza, Nicolás Lale, Juan Azalia, Marcos Azalia, Antonio Lucich, Antonio Plejo.SOCIOS ACTIVOS.- Nicolás Azalia, Marcos Azalia, Antonio y Mateo Biasevic, Gregorio Bacie, Juan Boyancovich, Juan Ciurlizza, Santiago Colich, Antonio Coyacovich, Tomás Ciurlizza, Grimaldo Gargurevich, Antonio Guerovich, Juan Garbin, Lucas y Nicolás Gravarovich, Flor Gagluiffi, Blas Guerovich, José Gajluf, Mateo y Luca Ivancovich, Nikolás y Antonio Kisic, Mateo Kesovia, Antonio Kisich, Marcos y Miguel Kunicic, Lucas y Mateo Kesovia, Frano Kurtela, los tres hermanos Kojakovic, Marko Lekaric, Nicolás Lucic, Nicolás, Antonio, Francisco y Esteban Marinovich, Marcos Marangunic, Bartolomé y Juan Marincovic, Manuel Marinovich Antonio Plejo, Juan Plejo, Juan Pavletic, Frano y Baltazar Pisculich, Juan Rebaza, Esteban Skobely, Juan Trojanovic, Marko Vlasica, Frano Vekaric, Cosme Viscovich, Lorenzo Zec.

A Juan Azalia, próspero comerciante y dinámico minero se le eligió como Presidente de la primera directiva de la Sociedad, además fue Cónsul del Imperio Austro-Húngaro en Cerro de Pasco, hasta 1910, que falleció. Para ser asociado era necesario que el postulante fuera slavo, pero por razones especiales se aceptaron a algunos peruanos y el Estatuto consideraba: Socios Vitalicios, Honorarios, Beneméritos, Socios Activos, Socios Pasivos cotizantes (Teodoro Lizárraga, Mariano Malpartida y Pedro Tursinovic), Socio Pasivo no cotizante (Francisco Castillo). A Nikolas Lale, en 1,923, se le nombró: Presidente Honorario Vitalicio de la Sociedad. Un hombre extraordinario muy ligado a las grandes consecuciones el pueblo.
Fueron más de 400 –especialmente croatas- los que trabajaron como empresarios en la floreciente industria minera del Perú, ubicándose la casi totalidad en el Cerro de Pasco: Azalia, Balarin, Ban, Biasevic, Birimisa, Bojanovic, Borcic, Braniza, Buscovic, Bútrica, Ciurlizza, Cuculiza, Dekovic, Doric, Dupuic, Felicic, Franciskovic, Galjuf, Galjuffi, Garvin, Grbic, Guerovic, Handabaka, Hanza, Ilic, Ivankovic, Jelicic, Kalafatovic, Kisic, Klokoc, Kojakovic, Kunicic, Lale, Lesevic, Lucic, Miculicic, Miloslavic, Nesanovic, Obradovic, Ostoja, Pavletic, Pavilic, Pehovaz, Plejo, Piskulic, Radulovic, Rajkovic, Rokovic, Savinovic, Serkovic, Skaperlenda, Soko, Sokolic, Seput, Stambuk, Ucovic, Vlasica, Zimic, Zlatar y muchos más.Otro tanto hicieron los comerciantes que debido a su laboriosidad lograron acumular apreciables capitales que les sirvió para abrirse exitoso campo en otras zonas del país: Kuljevan, Soko, Burin, Skaperlenda, Russo, Pehovaz, Azalia, Lale, Kunicic, Beusan, Guerovic, Ivankovic, Kisic, Lesevic, Miloslavic, Kukurelo, Vlasica, Puh, Franciskovic, Carcovic, Nadramia, Bielic, Lucic, Sersen, Handabaka, Serkovic, Bar, Slokovic, Kusianovic, Margaretic, Kelez, Pletikosic, Stiglic, Grgurevic, Braniza, Bakula, Klokoc, Saric, Marojica y muchos más. En el ramo hotelero, estuvieron Frkovic, Zlatar, Azalia, Braniza, Loncaric, Piskulic, Vucetic y otros.

De acuerdo al informe emitido por la Cámara de Comercio del Cerro de Pasco, sus negocios en la ciudad estaban distribuidos así:En la Calle Grau: 11.- Bazar de Nicolás Grbich; 13.- Testamentería de Lorenzo Zec; 14.- Licorería de productos importados de Nicolás Kravarovich; 15.- Bodega de Mateo Franciscovich; 38.- Bodega de Simón Zec; 40.- Casa de Préstamo de Lorenzo Zec; 42.- Bodega de Nicolás Zurcí; 43.-Bodega de Lorenzo Zec; 44.- Bodega de Antonio Saltarich; 51.- Bodega de Zlósilo Hermanos; 55.- Depósito múltiple de Nicolás Vlásica. Plaza Chaupimarca: 63.- Comercio de Biasevich Hermanos; 65.- Bodega de Pablo Ivancovich; 67.- Bodega de Kísich Hermanos; 70.- Casa Comercial de Nicolás Vlásica, 71.- Bodega de Nicolás Lale; 76.- Comercio de lana de Kisich Hermanos; 77.- Bodega de ultramarinos de Juan Pavletich. Plaza del Comercio: 83.- Comercio de Azalia, Nation y Cía, 84.- Bodega de Pedro Marinovich, 90.- Depósito de Azalia, Nation y Cía; 106.- Bodega de Pedro Soletich; 110.- Comercio de Pehovaz Hermanos; 118.- Bodega de Juan Kurtela. Calle San Cristóbal: 755.- Escritorio de Antonio Biasevich. Calle de Cusco: 773.- Bodega de Antonio Russo. Calle Ayacucho: 634.- Bodega de Julia de Coyacovich; Calle Huancabamba: 136.- Depósito de Nicolás Vlásica; Chingana de Julia de Coyacovich; Calle Dos de Mayo: 170.- Zapatería de Antonio Russo; 181.- Comercio de Marco Kunicich, 185.- Hotel de Francisco Pisculich, 190.- Café confitería de Antonio Russo, 199.- Hotel de José Martinenche; 211.- Bodega de Nicolás Vlásica; 212.- Bodega de Pablo Ivancovich; Bodega de Mariano Lucich; Calle de Parra. 251.- Bodega Restaurante de Pedro Balarín, Calle de Huánuco. 253.- Bodega de Antonio Kisich, 286.- Bodega de Lucas Grbich; 296.- Bodega de Antonio Kisich, Calle Gaiteras: 308.- Bodega de Azalia, Nation y Cía; Calle de Arequipa. 323.- Chingana de Simón Zec; Calle de Junín: 369.- Comercio de Marcos Bache; Calle Bolgnesi. 428.- Bodega de Esteban Pericevich. Calle de Lima. 449.- Bodega de Nicolás Vlásica; 450.- Bodega de Juan Rockovich; 451.- Bodega de Zlósilo Hermanos, 453.- Comercio de Miguel Stankovich; 458.- Depósito de Juan Juan Pavletich, 483:- Testamentería de Juan Soko; 458.- Hotel de Juan Pawletich; Calle Apurimac: 647.- Comercio de Lorenzo Zec, 648.- Bodega de Simón Kunicich,

Este grupo de ciudadanos, tuvo una brillante actuación en la vida de nuestro pueblo. Muchos de ellos fueron destacados miembros del Municipio y otras organizaciones comunales. Desde su instauración como sociedad, hasta el momento de su partida por la venta de sus minas a los norteamericanos, actuaron muy estrechamente con el pueblo cerreño. Uno de sus más acertados aportes a nuestra comunidad fue la exquisita sensibilidad que trajeron consigo regalándonos a raudales con una extraordinaria música clásica mediante coros, orquestas y Banda de Música. Fue inolvidable la actuación de Marcos Bacie como Director de Orquesta y Banda Slavas. Al lado de estas magníficas representaciones también nos trajeron sus danzas de rondallas y cuadrillas que en su variada gama de presentaciones hicieron participar a los miembros de la sociedad cerreña. Cuando en 1918, se constituye definitivamente la nación yugoeslava, la sociedad cambia de denominación como Sociedad de Beneficencia Yugoeslava pero, antiguos vínculos familiares y amicales, siguió vertebrando a estos ciudadanos extranjeros en un mismo organismo.Estos bailes de hermosas figuras entre la que destacaba las cuadrillas española, francesa, inglesa y vienesa, se complementan con el tejido de lustrosos mástiles con cintas de colores que, más tarde, sensibles artistas populares la asimilaron para crear la “Chunguinada”, que no es sino una imitación burlesca pero atrayente de lo que vieron en nuestros salones. “No hay duda que su origen obedece a la festiva imitación que los nativos quisieron hacer de las danzas europeas que los españoles, vieneses, austriacos, ingleses y franceses bailaban en sus exclusivos saraos de leyenda.

Los hombres de nuestra tierra, admirados de esta novedad coreográfica se aprestaron a imitarla con sátira, con zumba, naciendo entonces la CHUNGUINADA (Chunga= gracia, zumba, broma festiva)(…) No otra cosa simbolizan los disfraces que tienen como símbolo más notable sus máscaras, caretas metálicas, casi sin peso, de fina urdiembre de malla sobre el cual se pinta el sonrosado y muchas veces lunarejo rostro del europeo de mostachos rubios, cejas espesas y clarísimos ojos celestes o azules o verdes que dicen a las claras la estirpe que representan. Igualmente, las máscaras de las mujeres de finísimos rostros aterciopelados, acicalados con afeites sonrosados, labios rojos, pestañas arqueadas y ojos igualmente claros”. Los braceros que habían llegado a trabajar a las minas, especialmente los del valle del Mantaro, transportaron a su tierra esta danza singularmente hermosa nacida en el Cerro de Pasco.Los vieneses también nos trajeron el amor por los cafés con lo que rivalizaban con los españoles. Se saboreaba además del riquísimo Moka (Café árabe), el deleitoso vino blanco de Viena. Y lo que han dejado como un imperecedero recuerdo fue el oratorio adyacente al consulado en la Plazuela Ijurra, donde se veneraba a la hermosísima virgen que trajeron: La Virgen del Tránsito. 

Fuentes:
1. https://pueblomartir.wordpress.com, texto e imágenes. 
2. Sobre el lío de los operarios alemanes ver el affaire Pflucker-Pfeiffer en sus dos documentos: Contestación y Exposición. 
3. Sobre la retirada del padre Überlinger, véase los relatos de Scherzer en su expedición a bordo de la Novara, así como los escritos de 4. Gerstäcker quien visitó la colonia él mismo.

viernes, 2 de enero de 2015

La fábrica de aserrar Sanguineti y Dasso



Dentro de los numerosos inmigrantes italianos que se asentaron en el Perú del XIX se cuentan a Luis Sanguineti y Andrés Dasso. Ambos, naturales de Génova como la mayoría de italianos que llegaron al país, inmigraron a fines del siglo XIX estableciéndose en Lima. Fruto de su abnegado esfuerzo, fundaron en 1900 el aserradero Sanguineti y Dasso, invirtiendo una fuerte suma de dinero en maquinarias e instalaciones diversas.


En la afamada revista "Variedades" correspondiente a enero de 1914 figura un reportaje titulado "Las Grandes Empresas Industriales: Sanguineti y Dasso". En dicho reportaje se da cuenta del funcionamiento de la fábrica, de los numerosos pedidos que tenían tanto a nivel nacional como de Chile y Estados Unidos. Esta fábrica se ubicaba en la primera cuadra de la Avenida Grau, de acuerdo al croquis que adjunto que figura en el "Directorio Anual para 1910" publicado por Pedro Paulet, se situaba en el cruce de la Plazuela de la Exposición y el jirón Cotabambas, con el número 100, teléfono número 32, casilla 952. Como vemos, hace un siglo ya contaba con teléfono.



Este aserradero contaba con las mas modernas instalaciones de la época, tanto en maquinarias como en lo concerniente a la vivienda de los obreros y trabajadores, con un sistema de agua potable "de los mejores de la ciudad" de acuerdo al reportaje. La maquinaria era importada y contaban con un ingeniero especialista en su mantenimiento. Dentro de la plantilla, para 1914, se encontraba como ingeniero David Dasso, con estudios en Estados Unidos, Andrés F. Dasso como mecánico director y Miguel Dasso como encargado de movilización y ventas.





A continuación algunos datos:
- La fábrica contaba con 28,000 metros cuadrados de extensión.
- Estanques con capacidad para 18,000 galones de agua.
- Fuerza motriz de 150 caballos.
- Una machihembradora de 12 metros de largo que en 8 horas deja servibles 120,000 pies lineales de madera.
- Un bastidor para cedro importado de Leipzig, fabricado por Kirchener y Co.

Saludos cordiales,
Eduardo Salazar




Fuentes:
- Revista Variedades enero de 1914
- Directorio anual para 1910, Pedro E. Paulet.